El kéfir es una bebida probiótica láctea, parecido al yogur líquido, este producto es una especie de leche fermentada rica en bacterias y levaduras que también recibe el nombre de gránulos o nódulos de kéfir. Su aspecto es similar a un coliflor pero su textura es blanda y gelatinosa, contiene una combinación de bacterias probióticas como; levaduras, lípidos y proteínas, envuelta en una matriz polisacárida denominada kerifan.
Existen tres tipos de kéfir: el kéfir de agua, el de té y de leche, que aunque tienen la misma microflora se adaptan a distintos medios. El más común es el kéfir de leche por su parecido al yogur, hoy en día existen empresas que se dedican a su comercialización tanto el de leche como el de agua, sin embargo su elaboración es difundida a nivel doméstico.
El kéfir data su origen desde hace miles de años procedentes del cáucaso, se dice que la palabra kéfir proviene del turco Keif que significa sentirse bien, los campesinos del cáucaso preparaban una bebida llamada ayrag conocida como kumis el procedimiento consistía en dejar la leche remansada fabricada con piel de cabra, fue entonces que surgió ese nombre además de que contiene numerosos beneficios del kéfir que son saludables.
Equilibra y regenera la flora intestinal
Al ser una bebida probiótica rico en magnesio, calcio, y potasio, ayuda a regenerar parcialmente y equilibrar la flora intestinal promoviendo a la correcta absorción de nutrientes.
Inhibe el crecimiento de bacterias dañinas
Con sus compuestos y nutrientes como biotina y folato ayudan a proteger las células aumentando el buen funcionamiento del sistema inmune, inhibiendo en el crecimiento de bacterias dañinas en el organismos como la salmonella y E. Coli.
Fortalecen los huesos
Gracias a su gran componente rico en calcio esencial para la salud ósea, kéfir contiene productos lácteos de grasa entera que construyen una fortaleza en enfermedades óseas deteniendo su proceso degenerativo.
Evita la propagación de células cancerígenas
Las bebidas probióticas como el kéfir poseen gran función anticancerígena dentro de nuestro cuerpo matando las células cancerosas del estómago, retarda el crecimiento de tumores tempranos y sus conversiones enzimáticas que evita la propagación de células peligrosas. Según estudios in vitro el kéfir puede desempeñar un papel importante combatiendo esta enfermedad.
Alivia las alergias
Los microorganismos vivos presentes en kéfir ayudan al sistema inmunológico a suprimir de forma natural las reacciones alérgicas como; asma y procesos inflamatorios en las vías respiratorias, también benefician problemas de la piel como quemaduras, erupciones y mejora la calidad de cicatrización de heridas.
Disminuye los síntomas de intolerancia a la lactosa
El kéfir posee una gama amplia de cepas y nutrientes bacterianas que ayudan a eliminar casi toda la lactosa de la lechería, mejorando los síntomas de intolerancia en personas que no pueden consumir lácteos y por lo tanto no digieren la lactosa, aunque hay otra opción para aquellos que totalmente tienen intolerancia a todos los lácteos y es consumir kéfir de agua.
Estabiliza la presión arterial
Consumir kéfir reduce las concentraciones de triglicéridos y el colesterol malo contribuyendo a mantener normal la presión arterial dentro de sus limites normales.
Ayuda a perder peso
Favoreciendo el tránsito intestinal, ayuda a eliminar la grasa convirtiéndola en nutrientes, gracias a sus aportes de vitaminas del grupo B que ayuda a la a perdida de peso.
Mantiene los niveles de azúcar en la sangre
Se dice que consumir kéfir puede ayudar a los pacientes que padecen de diabetes a mantener bajo los niveles de glucemia.
Actúa como desintoxicante
Por su alto contenido en vitaminas y magnesio, depura el organismo, regula el estreñimiento, tiene efectos digestivos y diuréticos que ayuda a digerir correctamente los alimentos.